martes, 2 de febrero de 2021

¿Española? Entonces, no

Hace más de una década, cuando aún se podía viajar al extranjero, decidí irme a pasar el verano a Londres y aprender inglés. Era mi primera aventura prácticamete sola, ya que solo me acompañaba una compañera de la Escuela Oficial de Idiomas, aún más joven e inexperta que yo. Un país desconocido, un idioma que no dominaba, pero estaba dispuesta a vencer todas las barreras, aprender lo que fuese necesario y vivir una de las mayores experiencias en aquel entonces. 

Cuando decidimos iniciar este viaje, mi compañera afrontó la tarea de encontrar donde vivir, y yo me encargaría de los billetes de avión y alojamiento el día de llegada. Pues bien, llegamos con retraso, a las tantas de la madrugada, pero conseguimos un autobús que nos llevó a Victoria Station y a las 4 de la mañana, nuestro primer sueño en suelo británico. 

Al día siguiente nos fuimos al encuentro con el "chico" de la casa donde íbamos a vivir. Era "español", por lo que nos fiamos sin más. Al presentarnos nos comentó que tenía dos noticias, una buena y una mala - ¿porqué será que casi siempre que se dice esta expresión, la buena no es tal y la mala es mucho peor?. En fin... La buena era que la fianza nos iba a salir más económica, lo cuál nos venía muy bien, pero la mala, es que íbamos a tener que compartir habitación con otras personas... ¿compartir habitación con extraños? casa, bien, pero ¿habitación?. No nos quedaba otra en ese momento, con las maletas, sin conocer la ciudad, así que decidimos ir a conocer la casa. 

Los recuerdos más llamativos son que había mucha gente, demasiada, bolsas en cada esquina, un lavavajillas con loza con restos, unas estancias no muy limpias... casi todos eran latinos, más en concreto, mexicanos, "¿que pasa "güey"?, ¿eh?, ¿dónde nos habíamos metido?. Yo siempre pensé que no había un ápice de racismo en mi, pero de repente, sentía ansiedad por vivir con ellos. Y lo peor de todo es que no era solo compartir habitación, sino que se compartían camas, es decir, los que trabajaban de noche cedían su cama, para después ellos dormir de día... demasiado extraño. Así que dormimos lo que pudimos esa noche, debido al agotamiento, pero al día siguiente decidimos marcharnos. El caso es que el "chico" español se enfadó bastante porque nosotros teníamos que darle la fianza a él, y para recuperarla tendríamos que buscar a otros "pringados" que quisiesen vivir allí. 

Tras un largo día de búsqueda, econtramos al fin una casa, gestionada por una agencia, mucho más cara, pero con otras "garantías". Había un francés, una alemana, y ¡más españolas!. Los primeros días fueron bastante intensos. Nos habían dicho que unos chicos habían atacado y robado a una compañera de la casa, así que cada vez que salíamos de casa, intentábamos avisar de la hora de llegada para que las compañeras estuviesen pendientes de la puerta, por si acaso. Una de las noches, al llegar, vi un grupo de chicos, estaban apoyados en los coches charlando, eran negros, y no sé porqué, me invadió un cierto temor. Si yo nunca había tenido esos sentimientos hacia personas de otra raza, ¿por qué lo sentía así? ¿quizás por la cantidad de películas donde siempre son los "negros" los malos? Analizando mis sentimientos una vez en casa, pensaba, ¿por qué? .

Y días después, buscando trabajo hice un montón de entrevistas. Es cierto que al principio mi inglés no era nada fluido y parecía que hablaba en indio, pero a medida que los días pasaban mis palabras se emitían con mayor fluidez. El caso es que fui a una entrevista, y nada más preguntarme de dónder era y decirle que española (toda orgullosa) me puso cara de asco y me echó fuera del establecimiento. ¿Qué había pasado? Estaba atónita, era la primera vez que me sentía discriminada por mi origen. Nunca me había pasado. 

Así que os invito a reflexionar, si a aquellos que creéis en que no sois ni un 5% racistas, ¿estáis seguros?. ¿no habéis tenido algún episodio similar en vuestras vidas?, ¿a qué puede ser debido? ¿historia? ¿cine? ¿música? No me siento orgullosa ni mucho menos por mis sentimientos, pero así fueron. He sido profesora de baile de salón y latinos mucho tiempo, y siempre he tenido muy buen rollo con la gente, independientemente de su edad, su sexo, su nacionalidad, su raza... ¡hasta sus ideas políticas o religiosas!. Creo que es algo enriquecedor para todos, poder conocer de primera mano culturas, formas de vida, de pensar, de vivir, distintas a las de uno. No sé si ahora con la experiencia y los años me volvería a pasar lo mismo, pero es algo que no se puede controlar. Ojalá no fuese así, pero, por desgracia, lo es. 

¿y tú? ¿te ha pasado? ¿cómo te has sentido? ¿por qué crees que es así?




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